Pasión

Pasión

La luz serpenteaba en nuestros cuerpos,
escurridiza, nuestro amor mostraba:
el éxtasis de tu ardorosa mirada,
y el deseo anhelante de tu amada.

Tenuemente, el haz acariciaba,
la cama que el fervor arrullaba:
ese amor que la existencia consumía
con el suspiro de la vela apagada.

Y la pasión y el frenesí lascivo
esparcieron en el cuarto un no al olvido.
¡Oh! Taciturna ave nocturna:
¿Por qué abandonaste tú el nido?

Porque la luz serpenteaba hoy en mi cuerpo,
escurridiza, mi amor atormentado,
robando la felicidad vacilante
ante el loco parapeto
que se consumía igual que mi delirio
al ver la cera derramada
igual que mi pasión frustrada.

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